lunes, 24 de septiembre de 2012

Mi diario, 3ª entrega: el barrio de un trabajador poco cualificado.


Llegaba el otro día del Macro Día que han puesto a las afueras de mi ciudad, como siempre que muevo el coche, dejé a mi mujer y mis hijos en la puerta de casa y me preparé para el "tour" que supone encontrar aparcamiento por el barrio. Todos los edificios son antiguos, por lo que carecen de aparcamientos, entonces la calle y el descampado se convierten en los únicos lugares para dejar el coche.

Este paseo se me hace eterno, no es sólo el tiempo que pierdes, es la ansiedad que te entra de saber que la gasolina está muy cara y que la estoy tirando a lo tonto..., por eso el coche lo muevo cuando es inevitable. 

Una vez aparcado el coche, paso junto al portal 4, donde Josefi tiene tendida la ropa en medio de la calle, que eso en realidad lo hacemos todos, pero es que ella vive en el bajo, por lo que su ropa es la más famosa del barrio, vamos es que no hay semana que no vea las sábanas con dibujitos del parchis y las bragas de la Hello Kitty del mercaillo.

Justo en la esquina contraria están los Heredia, que como siempre conversan en la calle con sus sillas de playa, que si el abuelo, los niños, los mayores, el perro y el canario, todos en la calle cogiendo el fresquito, y es que en verano se pasa mal en el barrio, hace mucho calor y las ventanas de las casas son minúsculas. ¡Buenas juergas montan esta gente en invierno!, una hoguera y la guitarrita, que bien lo pasamos.

Ya al final de la calle están los comercios, tienda de comestibles "Paqui", el bar de Modesto o la frutería de Loli, y justo en la esquina la eterna lucha entre Pepe el cuponero y Fredi el ....., no se que vende, pero tiene a todo el barrio "enganchado". También tenemos el típico parque con los bancos rotos, los chavales fumando maría y con mierdas de perro por todos sitios.

Aquí la intimidad es algo poco importante, se puede decir que todos somos una gran familia, nos ayudamos y somos solidarios, acogemos a los abuelos porque no nos molestan y adoptamos a toda clase de animales callejeros, no creo que en otros barrios puedan decir lo mismo.

Lo que quería decir, es que me encanta mi barrio, me siento identificado con él y creo que nunca me iría de aquí si dependiera de mí.

La semana que viene os presentaré a mis vecinos, hay de todo, y no son como cualquier vecino, son los vecinos de un trabajador poco cualificado.


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