jueves, 9 de agosto de 2012

Diario de un viajero. Capítulo 4



Diario de un viajero poco cualificado: Zamora.


Se trata de otra de las ciudades importantes en la vida de mi novia, ya que aquí estuvo viviendo algunos años, por lo que a medida que avanzábamos por sus calles, los recuerdos de su infancia volvían al primer plano de sus pensamientos.


Como mal mayor de la ciudad, quería destacar la falta de aparcamiento, ya que se trata en su mayoría de edificios muy antiguos, y los vecinos se ven obligados a aparcar en las calles, y digo vecinos, porque turistas creo que vimos tres......, siendo nosotros dos. 


Sin embargo, la ciudad cuenta con más puntos positivos, para empezar el espíritu pueblo, es decir, todo está cerca. La ciudad se basa en dos calles cuyos nombres son irreproducibles, una de bares y otra de tiendas, ya sabéis, Zara, Mango,....; ambas desembocan en la plaza mayor, que ocupa el puesto 4 sobre 6 en el viaje, donde por cierto, comimos bastante bien.


Al final del todo, está la catedral y el castillo, todo muy bonito y muy vacío, merece la pena pasarse por allí. Otro aspecto positivo de la ciudad, sin duda, la peatonalización del centro, lo apoyo en cualquier ciudad, y allí quedó realmente bien.





PD: el lunes otro semanal y el jueves visitaremos Burgos, que para mí fue el éxtasis del viaje.



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