martes, 26 de junio de 2012

Una canción mítica, una doble personalidad y una maestra poco cualificada.

Diario:


Decía Paco Porras que el pene tenía nombres mil en algunas de sus exitosas canciones, pues bien, podríamos sustituir la palabra pene por mí. Cuando estoy en el trabajo y cojo una llamada, me da la sensación que o hablo muy rápido, o hablo mu de mi tierra o quizás que el receptor está un poquito teniente, pero me han llamado de todo,...., y no siempre insultando.


La mayoría sabéis que mi apellido es Díaz, pues bien, me han llamado Matías, Juandi (Juan Diego), pero lo que más me dolió, fue el que me llamó María, así es, -"¡Hola maría!", y no es la primera vez que me llaman señorita....¡pero si tengo toda la voz de Manolo!,....,o quizás no; lo peor de todo es que no tuve que afinar la voz durante la conversación y que además no dije nada, ya sabéis, el cliente siempre tiene la razón.




Sección miércoles. El invitado de la semana: Rocío P. R.



Soy maestra de educación especial en potencia. Al realizar Magisterio, aguantamos perlitas como: “das clases a mongolitos/tontitos”, tu carrera es de “pinta y colorea”, “los maestros no hacéis nada… ¡y luego 2 meses de vacaciones en verano!”, “eso lo hace cualquiera”, etc. Y digo yo: ¿Quién te enseñó a leer? ¿A escribir? ¿A sumar? ¿A restar? TODOS hemos tenido un maestro/a que nos ha guiado en nuestra vida.

Después de las típicas frasecitas (lo más duro es que la realizan gente con estudios), toca aguantar pegarte los años y los años estudiando oposiciones (aprobando sin plaza) y con el gobierno de turno cambiando el temario y la estructura del examen… (¡Como ellos no pagan la academia ni pierden el tiempo de estudio!), y si sobrevives y llegas al examen, ahí está de nuevo “el presi” para decirte que este año hay pocas plazas, por no decir una mierda... (Pero seguro que el derecho a examen cuesta igual, to’ lo que sea trincar dinero…). Y mientras persigues tu sueño (ser maestro/a) que es algo vocacional, trabajas como monitora en un colegio, cobrando una miseria y aguantando que tu jefa te cambie de puesto cada dos por tres, incluso sirviendo comida (y da gracias que encima el vapor de la comida te abre los poros por lo que la limpieza de cutis es gratis!) o comprando el pan… .

Conclusión: estoy pensando meterme a PUTA, que son más queridas por algunos que las propias maestras, tienen una semana se descanso al mes (sumando son más que los dos meses de verano de los maestros), no tienen que estudiar, cobran muy bien y…. siempre tendrán un HIJO POLÍTICO!!!


No os perdáis mañana la entrada sobre como ha fracasado la política en televisión.
La persona que escribe este lunes en la entrada número 50 es "algo" mayor que yo.

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