miércoles, 23 de mayo de 2012

Un acosador y una invitada que lee las instrucciones de las medicinas.



Diario:


En relación a los exámenes que no están haciendo en el curro, viene este ejemplo que muestra que nos exigen que pidamos demasiados datos, si yo lo sééééééééé, pero es que me obligan señores clientes.


En una llamada, nada más coger el teléfono, tengo que pedir número de póliza, nombre y apellidos, dni, dirección, teléfono, código postal y matrícula del vehículo,asssshhh (estoy respirando), y cuando me diga todo eso, y sólo cuando me lo diga, le puedo atender. Pues bien, este señor tras pedirle algún que otro dato, me suelta: "¡oye, que te he llamado para preguntar una cosa concreta de mi póliza, no para contarte mi vida, me lo dices ya o cuelgo!", y lo entiendo, de hecho su vida y sus datos me importan lo mismo que a quién han ridiculizado esta tarde en Sálvame, pero me obligan chaval.




Sección miércoles. El invitado de la semana: Lidia Barranco.



Ya llega, ya llegaaa….!!!

Os preguntareis el qué. Pues en el mes que estamos no es difícil pensar en la próxima estación que está a la vuelta de la esquina… el verano!!!

Tiempo de descanso, desconexión, relax… y todo tipo palabras que signifiquen no pensar en el día a día de la ciudad y el trabajo. Pero este concepto de verano es concebido para algunos y, como estamos ahora, se podría decir que únicamente para unos cuantos privilegiados.

El trabajador poco cualificado pensará en “la que se le viene encima”. Durante el verano le dará tiempo a pensar en su vida: un trabajo que tiene que hacer por necesidad, por ganar un dinerito y sin que sea este trabajo la pasión de su vida o, al menos, el que él pensaba hace unos años. También pensará en la “suerte” que ha corrido de no tener que buscar un alojamiento durante unos días, ya que si tiene unos días de descanso (encima dando las gracias) no puede gastarse el dinero en alquiler. Pasará a ser un dominguero. Si, si aquellas personas que abarrotan la playa sólo los fines de semana, comen con bocadillos, latas y la nevera llena de casa y cuando el sol se pone cogen el coche y de vuelta para la ciudad.

¿Su ventaja? No tener que hacer maleta ni pensar el que llevarse para una u otra ocasión y para el “por si acaso”. Él se levantará muy temprano para no ir con el calor en el coche o autobús, se viste con unas bermudas, camiseta de manga corta, chancla y bolsa con lo justo y necesario: crema, gorra, revista, radio y poco más.

Pensemos si es normal, justo, merecido… ¿cuánta gente hay con un trabajo basura y que luego no se puede permitir nada?

Ahora es un lujo veranear, ir al chiringuito, viajar y poder irse unos días de la ciudad que día a día sufres sin encontrar ninguna escapatoria.


PD1: mañana estrenamos sección: "El festival de los tópicos": EEUU.
PD2: el viernes vuelve la sección estrella, en este caso el tema Bankia.


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